
En los 60, tras trabajar como ilustrador para la American Greeting Card Company, se divulgan sus comics en revistas como Help! -donde colabora con su idolatrado Harvey Kurtzman, fundador de Mad- y la underground Yarrowstalks, obteniendo tal éxito que el editor de la última le invitaría en 1967 a crear su propia revista, Zap Comix.

La difusión de su obra en los años siguientes le convertiría en adalid del comix underground, y sus portadas de discos (entre ellas el Cheap Thrills de Janis Joplin) en icono de la contracultura hippie sin por ello dejar de ser el marginado que "intentaba ser uno de ellos, naturalmente lo hacía para ver si me tocaba algo de todo ese amor libre".
Pese a inscribirse por sus temas en el contexto "joven y rebelde" de la época aquellas historietas, lejos de participar de su colorida y optimista filosofía, revelaban una mirada escéptica, amarga incluso, fuese en el hedonismo nada comprometido del bohemio Gato Fritz o en el perverso oportunismo del gurú-sátiro Mr. Natural.

Si bien el éxito le serviría en bandeja sexo fácil con fans que de otra forma nunca habrían mostrado interés en él (Recordando los 60, Mis problemas con las mujeres) le acarrearía mayor pena que gloria: denunciado por grupos feministas, llevado a juicio por el contenido incestuoso de Joe Blow, perdidos los derechos de la famosa ilustración Keep on truckin´...
Decide apartarse de la popularidad para dedicarse a la música, su otra gran pasión, con varios conjuntos a destacar The Cheap Suit Serenaders, y autoeditar sus cómics y libros de bocetos, entre ellos Art & Beauty donde recopila ilustraciones de esas mujeres robustas que tanto le gustan. Además colabora con la revista Raw de Art Spiegelman (autor de la fábula

Robert Crumb es, en fin, un tío extraño, un salido y un "loco", pero dotado de la brillantez de convertir sus manías, divagaciones y delirios en arte. Su extensa producción abarca los motivos y registros más diversos, de la sátira social y política (la pija Mode O´Day, el presidente de La solución final) a la autocaricatura (La historia de mi vida, Si yo fuera rey); de fantasías marcadamente sexuales o escatológicas (Mr. Snoid) a adaptaciones literarias (un cuento de los hermanos Grimm, un capítulo de La Náusea de Sartre, La experiencia religiosa de Philip K. Dick) y nostálgicas biografías de bluesmen (La maldición vudú de Jelly Roll Morton, Charley Patton); del realismo costumbrista o "sucio" (George Muermo Muermoide, American Splendor en colaboración con el guionista Harvey Pekar) al capricho más delirante y bizarro (Departamento de cómics extraterrestres, páginas-gag como Don Sensible o Sección de Arte raro)... Todo narrado con buen pulso hasta en las historie

En España La Cúpula ha recopilado buena parte de su material en la colección Crumb: Obras Completas, y Anagrama ha publicado su edición ilustrada de los diarios de Bukowski El capitán salió a c

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